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miércoles, 14 de enero de 2009

LA GRAN RUTA!!!!

Fecha: Domingo 11/12/2008

Hora de Salida: 9:00

Protagonistas:
- Alejandro
- Jose Manuel
- Fernando M.
- Fernando C.

Ausentes:
- Luis

Ruta: Granada - El Purche - Central de Diechar - Puente de los 7 Ojos - Monachil - Granada

Cómo me alegro de haber estado en esta ruta, ha sido tan dura que tiene que pasar un tiempo imporante para que yo me atreva a repetir una ruta como esta y mientras tanto espero dejar de ser CiaticoTemporal para pasar a ExCiatico y coger un poco más de fondo para que este tipo de etapas de larga duración sean un poco más llevaderas.

Quitando esta pequeña introducción que nadie piense que no nos lo hayamos pasado bien, sino todo lo contrario. Para mí ha sido la mejor con mucha diferencia: Subidas duras, Subidas largas, Subidas Largas y duras, descensos con Nieve, descensos con Nieve y barro, trozos en los que tuvimos que andar porque no era posible andar en bicicleta, 1300 metros de subida, casi 1800 metros de altura máxima, kilometros y kilometros sobre carriles nevados, un bocata de morcilla con cervezas que creo que no olvidaré en mi vida gracias al hambre acumulado durante la etapa, casi 7 horas encima de la bicicleta, ... . Todo esto puede darnos una idea del gran día de bicicleta que pasamos.

El día amaneció bueno, con un poco de niebla, pero muy frio. El caso es que a las 9:00 (hay alguno al que no le gusta madrugar) estabamos todos ya en la gasolinera de Neptuno para comenzar nuestra ruta. Ya habiamos comentado por mail la posibilidad de subir hasta el Purche así que directamente enfilamos el camino hacia Los Rebites para desde aquí iniciar el Camino de los Neveros.

Desde el primer momento empezamos a subir, y a subir sin tregua. Primero fue la carretera hacia los Rebites por las Conejeras y luego las primeras rampas del camino de los Neveros que ya empezaban a mostrarnos la dureza de las rampas que nos esperaban.

Tras las primeras rampas del Camino de los Neveros vino un poco de calma, unos pocos kilometros que aunque tiraban hacia arriba no tenían ni mucho menos la pendiente de los kilometros anteriores.

Tras este pequeño periodo de calma viniero las rampas más duras de toda la ruta, que hicieron que en mayor o menor medida (salvo uno y ya sabeís que no vale dar nombres ;-)) tuvieramos que echar el pie a tierra y subir unos metros andando.

Conforme ibamos subiendo la temperatura era cada vez más baja y en el camino empezaron a aparecer las primera manchas de nieve. Al principio se trataban de pequeños trocitos en los margenes del camino en los que no daba el sol y luego se convirtieron en pequeñas manchas en mitad de la vereda que al menos quitaban mis ansias de tocar la nieve con la bici.

El caso es que cuando quisimos darnos cuenta estabamos en el trozo asfaltado que hay justamente antes del purche. Este trozo también es especialmente duro pero al estar asfaltado se llevaba con mucha más facilidad. No voy a decir que no me costara trabajo llegar hasta el Purche, pero el caso es que sobre las 11:30 ya estabamos desayunando y con la impresión de que la bajada sería rápida pero corta.

Así que como había tiempo decidimos, tras el desayuno por supuesto, seguir ascendiendo y ver que posible ruta seguir para el descenso.

Aquí se nos planteaban dos opciones principalmente: Una subir un poco más hasta el desvio de la carretera antigua de la sierra y desde ahí tirar en dirección Guejar Sierra y otra era subir un poco más para llegar hasta la central de Diechar donde se suponía que había una pequeña bajada.
Al final decidimos tirar hacia la central de Diechar para luego deshacer todo el camino, al menos esa era nuestra intención.

Y comenzamos a bajar sin darnos cuenta de los kilometros y pendiente que estabamos descendiendo hasta llegar a la central de Diechar. Por cierto quien no conozca la zona que haga un día el esfuerzo porque el paisaje merece la pena.

Al llegar a la central de Diechar la situación era la siguiente: 12 y media aproximadamente, mucho cansacio y pocas ganas de subir el trecho que habíamos descendido. En estas, pensamos que seguramente (que equivocados estabamos) sería más fácil tirar hacia la zona del trevenque - puente de los 7 ojos que deshacer camino. Tras una breve pausa en la que dimos cuenta de barritas energeticas y de Agua nos pusimos en marcha.

Nada más comenzar este trecho empezaron nuestras satisfacciones, la primera cruzar por un cartel donde indicaba el comienzo del parque Natural prohibiendo el paso, logicamente, a cualquier vehiculo de motor. La tranquilidad y el silencio estaban asegurados. La segunda satisfacción venía de que el camino empezaba a acumular cada vez más nieve.

Así comenzamos un fuerte ascenso, engañados por la sensación de que en la próxima curva llegaría el descenso que nos llevara hasta el Trevenque. (Este descenso vino tras kilometros y kilometros de curvas y empinadas curvas).

Hay sensaciones que son dificiles de describir, y a mí no se me olvidará nunca la sensación de andar sobre la Bici y escuchar solamente, insisto solamente, el sonido de los pájaros y el sonido de la rueda de la bicicleta al romper la nieve.

Tampoco se me olvidará facilmente que cuando te ponías en cabeza del grupo (creo que ocurrió nada más que un par de veces) las únicas huellas que se veían eran las de animales, seguramente lobos o zorros. La sensación de estar rodando sobre nieve y saber que el primero en pasar sobre esa nieve has sido tú es tremenda.

Bueno tampoco se me olvidará que alguno del grupo tuvo que subir gran parte de la cuesta andando. No se trata de fondo físico es que por primera vez desde que empezamos a coger la bicicleta con cierta asiduidad hemos descubierto la importancia de tener un piñón grande. (Si al final esta es la excusa para cambiar de bicicleta creo que la experiencia habrá merecido la pena).

Y puestos a no olvidar, el sufrimiento, el cansacio y la sensación de que tras una curva venía una pendiente aún más grande que la anterior y que el camino no tenía fin y que no tenía fuerza para dar una pedalada más pero no sabía cuantos kilometros más cuesta arriba faltaban.

Todos hicimos un gran esfuerzo y conseguimos superar la cuesta, y la sensación cuando llegamos a lo alto y nos veíamos casi a la misma altura que Pradollano y se veía el Veleta, El Cerro del Caballo, El Cartujo, ... era indescriptible.

Este fue el momento más duro del día, eran las dos de la tarde y estabamos cerca del cielo pero lejos de nuestras queridas familias que tanto nos quieren y nos permiten salir cada Domingo en busca de aventuras. Así que no quedaba más remedio que llamar y decir que NO LLEGABAMOS A COMER!!!. Esto fué como perder la virginidad, como la primera vez, como ... el caso es que era la primera vez que nuestras salidas nos obligaban a no llegar a tiempo de la comida y además es que estabamos en lo alto de un cerro y no teníamos ni puta idea, perdón, ni idea, de como llegar a casa. Así que empezamos todos vacilantes a coger el móvil y llamar a casa. El primero dijo que a lo mejor no llegaba a comer o que llegaría cerca de las tres y a mí me entró la risa floja porque esto tenía pinta de que a lo mejor tenía que venir la Guardia Civil a rescatarnos para no morir congelados.

Una vez superado el duro trance de las llamadas continuamos nuestro camino. Aquí el pasado Scaut (Se escribe así? (es la segunda vez que lo pregunto)) de alguno nos vino bastante bien y aunque el coñazo que dió diciendo que estabamos en el camino de Fuente Fria y que estabamos a punto de llegar (cosa que ocurrió una hora y pico más tarde) fue bastante grande, el caso es que gracias a sus indicaciones conseguimos encontrar el camino.

A partir de este momento pareciamos Marco (si, el de los dibujos animados) subiendo y bajando montañas en busca de nuestra mama (bueno en busca de un camino que nos llevara a casa). Pero al final encontramos Fuente Fria y uno de los parajes más bonitos que yo he visto en mi vida. Ese bosquecillo lleno de nieve (veasé fotos) y de tranquilidad también mereció la pena.

Después del bosquecillo y un pequeño descenso y un rato de veredillas díficiles pero muy, muy divertadas llegamos a una vereda donde cada vez se hacía más complicado el andar en bici y al final tuvimos que optar por andar con la bici, es decir bajarnos de la bici y llevarlas a cuestas ya que en algunos casos hacía falta casi crampones para poder avanzar.

No se me olvida tampoco la cara de unas excursionistas que nos cruzamos en el camino y la cara de alucine que pusieron cuando nos vieron con las bicis a cuestas.

Andando, en bici, andando en bici hasta llegar al puente de los 7 Ojos, precioso también totalmente cubierto de Nieve y de aquí hasta el Hervidero fué para mi la peor parte del camino. Mi ciática empezó a dar el coñazo cuando hubo que coger la bici a cuestas, mi cansacio ya era infinito, y el hambre que tenía hizo que hasta la excursionistas me parecieran buenas pero no en el sentido sexual de la palabra sino en sentido de asarlas a fuego lento y comermelas como tapa.

Al llegar al Hervidero, sentarnos y empezar a comer, deborar, el bocadillo de morcilla con nuestras cervecitas casi se me caen las lagrimas de gusto, por un lado lo bueno que estaba y como quitaba el hambre y por otro lado recordar y comentar con mis compis de excursión todas las anecdotas del día.

Creo que al final todos nos ostiamos de una manera u otra, pero nos lo pasamos en grande.
Desde aquí hasta Granada descenso por Monachil, con cuidado para no atropellar a nadie y vuelta a casa. En total cásí 60 kilometros de subidas y bajadas.

Nos vemos el Doming que viene.
























































































































1 comentario:

CiaticoTemporal dijo...

Fernando M., si puedes sube tus fotos y vídeos de la excursión para completar las de Alejandro.