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lunes, 13 de marzo de 2017

Este finde, chequeo a los alrededores de Granada, que dan para mucho...









Este domingo decían que iba a llover en Granada, los del tiempo pusieron una nube y un rayo justo sobre los alrededores de la ciudad de Granada, y el resto de Andalucía un sol que te mueres; hay que joderse, la puñetera nube nos va a fastidiar el domingo... así que, por lo que pueda pasar, el viernes me apunté a la salida con "Embrujo del Llano", que no es un club, es una forma de entender las salidas en bici, me cuenta Dongo.

Nos juntamos en Puente Verde un montón de bikers; unos endurer@s, otros rígider@s, un@s con más tiempo de bicicleta, y otr@s con menos, pero todos con una actitud fabulosa.

Normalmente cuando te juntas con gente que no conoces, vas tú y te presentas, pero no, aquí la gente ve al nuevo y se te presenta, o al menos así me pasó a mí.





Creo que faltan algunos porque estaban reparando avería



Subimos por el Albaicín y sus escalerillas hasta San Miguel, luego, tras foto de grupo y reparación de avería, fuimos para arriba por la colinilla, todos en fila india; y después hicimos el tranquito que da a la carretera de El Fargue. Cada uno lo hizo según su real y saber entender, a algun@ no le alcanzó para bajarlo montado, la verdad es que es bastante exigente, e incluso tuvimos sustos y caidilla, sin aparentes consecuencias, solo chapa y pintura. Una vez recuperados del tema, nos subimos por las cinco curvas que llevan a las antenas, y por un senderillo con sus saltitos, llegamos de nuevo al asfalto.





Esta foto es de otro día, pero se ve bien la dificultad del tranko



Este trankito, la subida a las antenas y el senderillo me lo enseño mi amigo Manuel, que como yo, es del CD Balakook, hace unos meses, tras la cena de navidad del club. Tiene unas vistas magníficas de la zona de Sierra Elvira, Cubillas, y por supuesto Sierra de Huetor.





El que veis en primer plano se llama Domingo. Que Dios le conserve el humor, tod@s ganamos




Cuando llegamos a la altura de la eléctrica, Dongo se puso al frente del pelotón para llevarnos por un senderito, serpenteante de bajada, la mar de rápido, acotado por retama más crecidita y revoltosa de la cuenta, y que desembocaría en un sitio, en el que paramos un buen rato, para dar unos saltitos.









Tila, Jose Manuel, Jose Luis y Jose




De pronto nos pusimos en marcha, pero no todo el mundo se dio cuenta, y hubo una pequeña confusión, ya que el que controlaba la zona es el Dongo. Al ver que parte del grupo no venía, Juan se preocupó y dio la vuelta para buscarles, les encontró y les condujo hasta donde estábamos la otra mitad, esta zona es él el que la controla, y doy fe de que es fácil perderse con tanto senderillo y retama revolucionada y venida arriba.

Se empezó a hacer de noche, como para ir poniendo focos, pero como yo no los llevaba me tuve que ir. Una pena, lo estaba pasando la mar de bien.














En fin, ellos continuaron pero ya no te puedo contar más, solo ponerte unas fotillos. Por cierto, ni una es mía, todas estas preciosas fotos me las ha pasado Dongo. Gracias!!! Una imagen vale más que muchas palabras juntas...



Y llegó el domingo...









El sábado vi en internet que no llovería el domingo, como puedes ver en la foto, así que junto a un par de amigos, Pepe Fraguero y Gilo, quedamos para dar pedales, eso sí, nada de madrugar. Bueno Paco iba a venir, le apetecía lo que íbamos a hacer peeeero hubo "noche toledana" con los peques y por la mañana se nos dio de baja...

"A las diez en Puerta Real", rezaba el wsp..."ole, como los señores!!!" me contestan jajajaja. Les había preparado a mis colegas una rutita por los alrededores de Granada, pero les iría contando por el camino, según íbamos llegando a los sitios.

Lo primero, subir al Llano por Cuesta Gomerez. Hace mucho que no la hago porque en invierno es mejor subir al llano por la cuesta del cementerio, te va dando el solecito de costado, y mola, pero hoy la temperatura es espectacular, tanto que antes de dirigirnos a la Silla del Moro, tras el parking de La Alhambra, empezamos a quitarnos cosas...

La subida la hacemos a ritmo endurero, ese que dice "ya vamos llegando, pero ya si eso ves tú tirando..." me entiendes no?, y mientras tanto,  a Gilo, que no vino a la KDD de Córdoba, le vamos poniéndole los dientes largos











Al coronar, buscamos la entrada de la trialera, y nos vestimos de "Romano". Es pedregosa y estrecha, y suele tener senderistas en domingo. Una vez terminada, giras a la izquierda, buscando el tranko que hay antes de "Los Pinchos" Gilo sigue sin verlo, pero Pepe dice"si tú le tiras, yo le tiro" Ya sabéis eso de que "picha española nunca mea sola..." (que me perdonen las endureras porque eso es tb aplicable a ellas) pues eso, me vio hacerlo, se subió en su colorada y flamante nueva maricruz, hinchó pecho, y a por el tranko!!! Él se vio volando por el tranco antes de hacerlo, porque sino uno no le tira, y le tiró, y lo hizo, e igual que yo cuando le metí por primera vez, se puso loco de contento.

Nos encontramos con senderistas, como era de esperar, pero de los simpáticos, de los que les gusta vernos disfrutar, y también se asombraron del tranko pasado sobre nuestras monturas.












Íbamos a ir a la nueva verea que nos enseñaron Dongo y Jose Luis, pero Gilo no se fiaba de sus frenos, y la verdad es que es tela de inclinada...

Nos decidimos por "Los Pinchos", un clásico de esta generosa montaña que está dentro de lo que en Granada llamamos "El Llano"; una gozada de verea y que también tiene lo suyo...pero está sequita y la hacemos en un suspiro. Ahora es Gilo el que más ha disfrutado, porque la ha hecho mejor que nunca, nos dice. También ha disfrutado mucho Pepe, que creo que con su nueva burricleta no la había hecho aún, y claro, un servidor...

Cruzamos el río al terminarla; vamos dirección Sacromonte. Le enseñamos a Pepe el final de la trialera que hoy íbamos a hacer y no hicimos, y se lleva, literalmente, las manos a la cabeza. "¡¡Pero si no da tiempo a frenar antes de llegar a la acequia!!", jajajaja otro día te llevaremos y lo comprobarás.

Al llegar a los pies de La Abadía decidimos subir por carretera hasta "El aceituno" pero antes pararemos a beber y comer algo. Pepe,  antes de empezar a subir, nos dice que tomaríamos un acuarius frequito al llegar a La Abadía; yo pensé que él lo llevaría en la mochila, pero no, tenía pensado comprarlo en La Abadía, se ve que lo ha hecho antes, pero no, la máquina ya no está, así que aguita de la mochila, barrita y p´riba jajajaja.

Normalmente la subida por carretera es antipatiquilla con estas bicis nuestras, pero al ir charlando se nos ha hecho muy cortita, y coronamos enseguida. Nos volvemos a vestir de romanos, y a comerrrrrnos el "Aceituno"










A mi me gusta mucho este  estrechito, limpio y rápido sendero. Es casi todo de bajada y con pino bajo. Cuando el calor aprieta, en las cercanías de Granada, es de lo poco que se puede hacer.









Me coloco delante, porque tanto a Gilo como a Pepe les da yuyu lo estrechito ito ito del sendero, y la mala malísima caída que tiene a su izquierda, sobre todo al final, justo antes de donde nos hacemos esta fotillo de abajo; lugar de obligada parada. La vista es excepcional.










Pasamos por entre y sobre las cuevas y casas de la zona, saludamos a sus habitantes y tras esquivar las chumberas, bajamos unas irregulares e inquietantes escalerillas. A mi no me gustan mucho, pero se que a Pepe sí, y estas no las conocía, así que disfrutó.

Al terminar, salimos junto al Albaicín, pero todavía en el Sacromonte, cerca del restaurante El Juanillo; mis colegas se creían que habíamos terminado, y que ya nos iríamos en busca de la cervecita, pero no, mi plan era otro jejeje. Aunque no sin cierta resistencia por parte de ellos, iríamos a Jesús del Valle, y subiríamos hasta la cancela, para bajar por la trialera de "La Iglesia" o "El Melonar" un final de ruta perfecto!!!










Es este momento de "conversación", veo andando en sentido contrario al nuestro una cara que me es familiar, y que se me queda tambien mirando. ¿Quien crees que es? pues quien se cayó el viernes en el tranko, ¡¡y está perfectamente!!, no ha tenido lesión, solo chapa y pintura.

Menos mal que llevaba la mochila!! y por supuesto el casco, sino hoy seguro que no me la encuentro paseando tan ricamente por estos lares. Charlamos un ratito antes de volvernos a montar en nuestras burricletas, y dar pedales. Que casualidad!!!, que pequeño es el mundo, o mejor dicho Granada...










Por la zona alta de este monte que hemos bajado hace calorcillo, pero por donde ahora vamos es diferente, la acequia y la vegetación baja unos grados el termómetro, y se agradece; mira ya como está la floración del almendro...

Cruzamos el río en tres ocasiones antes de empezar la subida desde Jesús del Valle. Mis colegas, que no llevan unas buenas botas impermeables, pues se mojan los pies, jajajaja aunque hoy creo que no les importará tanto como en otra ocasiones, hace calor.

La subida la hacemos como hemos hecho todas las subidas hoy... tranki, además, no se si te lo he comentado, pero llevo dos charlatanes de categoría, que la hacen mucho más amena. No llegan al nivel, por supuesto, de M. Capelli, pero ahí ahí están. Miguel a ver cuando te dejas ver!!!










Terminamos la subida, y ya se nos dibuja una tremenda sonrisa en el rostro. No ya por haber dejado de subir, que siiiiiiii, que tambiennnn, sino porque llega una de las bajadas más pedregosas y rápidas que se pueden hacer alrededor de Granada, y tras ella las birritas y sus tapitas.

Llegamos, por asfalto, al encuentro del comienzo de la trialera. Mientras llegamos me voy subiendo las rodilleras, recolocando las coderas y las gafas, y bajando la tija.




 



Hay que meterle fuerte al trankito del principio, para caer donde hay que caer, ni antes ni después, esto es, entre dos imponentes pedrolos.




Luego, como dice mi hija Elvira, "Papi ya vamos viendo", porque entre las lluvias que mueven las piedras, que deberían de estar en su sitio,  porque la he bajado tantas veces que me se hasta sus nombres jajajaja, pero hoy no lo están, y los hijoputas, porque no tienen otro calificativo, que colocan hileras de enormes piedras atravesando el sendero de lado a lado, o poniendo loscos/pedrolos por donde es nuestra trazada natural, y por la que hay que ir metiendo la rueda delantera, hay que ir improvisando sobre la marcha y a la velocidad del rayo.




Peeeeero como esto de improvisar/innovar, a los endureros no se nos da nada mal, y nos encanta, pues eso, la disfrutamos un montón de montones, e hicimos todos los saltitos que pudimos antes de terminarla, y sentarnos en el bareto en el que íbamos a dar cuenta cada uno del líquido que más nos conviniera o apeteciera junto a sus tapillas.






Y colorín colorado, este finde sakabado, pero llegarán massssss



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